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Abordando Los Problemas De Salud Mental De Los Adolescentes:

Kit de Herramientas para Adolescentes

Te has sentido “raro” desde hace un tiempo: piensas y sientes de forma diferente a lo normal, y no de forma buena.
Puede que sea el momento de pedir ayudar cuando tus dificultades con los sentimientos, las emociones, los pensamientos o las conductas:
  • Son demasiado intensas o causan angustia
  • Duran más de dos semanas
  • Interfieren en la vida diaria y causan dificultades para dormir, comer, concentrarse, trabajar, disfrutar de las cosas o relacionarse con los demás
  • Te alejan de tus amistades
  • Vienen acompañados de otros problemas, como el abuso de alcohol o drogas, pensamientos de autolesión o conductas agresivas
  • Te llevan a tomar decisiones y conductas riesgosas
Es importante recordar que no estás solo. Tienes una comunidad de personas en las que puedes confiar para que te ayuden en los momentos difíciles. La comunidad de cada persona es diferente, pero, en general, los padres, tutores, consejeros, maestros, médicos, amigos y otros adultos de confianza pueden mantenerte a salvo y guiarte hacia el apoyo. Si te interesa la terapia u otros servicios clínicos, consulta la sección “Acceso a Servicios de Salud Mental”.

Ayuda de Padre o Adulto de Confianza

Es normal sentirse inseguro o preocupado por compartir algo personal y emocional con un ser querido, especialmente con uno de tus padres. También es importante compartir con tus padres que puedes estar atravesando problemas de salud mental para que sepan por lo que estás pasando y puedan ayudarte a superarlo. Sin embargo, también entendemos que a veces esto puede ser peligroso o inseguro según la situación de tu hogar, por lo que esta guía también se puede aplicar a un adulto de confianza.

Sigue estos consejos para iniciar la conversación:

Planifica lo que quieres compartir: piensa en cómo explicarás lo que estás experimentando. Proporciona 1 o 2 ejemplos detallados de lo que estás sintiendo para que entienda a lo que te refieres. Anota 1 o 2 formas en las que te gustaría que te apoyara para superar este problema de salud mental.
Encuentra un espacio privado para hablar: encuentra un lugar y un momento en el que puedas tener algo de privacidad, lejos de otros miembros de la familia o distracciones. A veces ayuda salir de casa y salir a caminar o ir al parque. Si tienes tu teléfono contigo, siléncialo o ponlo en modo vibración para eliminar distracciones durante la conversación y así poder concentrarte.
Explica lo más claro que puedas: Usa tus notas. Sé claro y específico sobre lo que estás experimentando y cómo te sientes. Dale a tu padre o adulto de confianza el espacio para hacer preguntas. Si en algún momento comienzas a sentirte abrumado o ansioso, pide que se haga una pausa en la conversación por un minuto o dos, respira profundamente y ordena tus pensamientos, luego continúa. No dejes que tus emociones te impidan expresar lo que estás experimentando y no te rindas y abandones la conversación; puedes hacerlo.
Comparte los siguientes pasos que vas a tomar: Si tienes algunas ideas sobre cómo puede ayudarte, este es el momento de mencionarlas. Si no las tienes, ¡no hay problema! ¿Qué tal si compartes con ellos el Kit de Herramientas de Salud Mental para Padres de Adolescentes? Está lleno de información sobre salud mental, consejos, actividades que pueden hacer juntos y recursos para apoyarte.
Mantén la conversación abierta: Mantener abierta la línea de comunicación es tan importante como dar el primer paso para tener una conversación. Aunque está bien tener límites, invita a tus padres o un adulto de confianza a que te haga un seguimiento y, del mismo modo, asegúrate de mantenerlo informado sobre cómo te sientes, incluido lo que te ayuda o lo que podría empeorar las cosas, y qué ayuda adicional te gustaría tener, etc.

Es posible que tus padres no comprendan del todo tus sentimientos. Aunque esto puede ser decepcionante, es importante recordar que se trata de una situación común y no un callejón sin salida, ¡es simplemente un obstáculo en el camino! A veces, es difícil para las personas que nunca han experimentado (o reconocido que han experimentado) problemas de salud mental propios, brindar apoyo, incluso a sus propios hijos. A veces, los padres no tienen claro cuál es la mejor manera de abordar los problemas de salud mental de sus hijos porque es la primera vez que se ven expuestos a esta situación.

Los padres pueden…

  • Sentirse culpables o culparse a sí mismos por lo que estás experimentando
  • Estar preocupados por el costo de la ayuda profesional
  • Desconfiar de los médicos que atienden la salud mental
  • Creer que los problemas emocionales o de salud mental deben tratarse en privado y que pueden “solucionarse” esforzándose más o rezando en lugar de con un tratamiento profesional

A continuación, hay algunos pasos que puedes seguir si tus padres no te brindan el apoyo que necesitas en este momento:

Explícales los pasos que has tomado hasta ahora: Infórmales lo que has hecho para manejar esta situación por tu cuenta, como técnicas de cuidado personal, ejercicios de respiración o compartir con un amigo o un ser querido. Pregúntales si estarían dispuestos a identificar más formas de ayudarte.
Infórmales sobre los recursos y las opciones asequibles: Puede ser útil tomarse un tiempo para investigar algunas opciones de atención de salud mental que creas puedan ser adecuadas para ti y usarlas en la conversación. Esto puede incluir hablar con un consejero escolar, programar una cita con tu proveedor médico actual o actividades que puedan hacer juntos que apoyen tu resiliencia. Consulta la sección Kit de Herramientas de Salud Mental para Padres de Adolescentes.
Habla con otro adulto de confianza: ¿Hay alguien más en tu familia (es decir, hermano, abuelo, tía) que creas podría comprender mejor cómo te sientes? ¿Hay algún amigo cercano de la familia, un líder religioso o un maestro de confianza con quien puedas reunirte? Piensa en el sistema de apoyo que creaste anteriormente en el kit de herramientas y agrega personas que no sean tus padres que puedan estar dispuestas a escucharte.

Ayuda de un Amigo

Si tienes dificultades para comunicarte con adultos de confianza, tus amigos pueden ser tus aliados para ayudarte a obtener la atención que necesitas y mereces. A veces, el simple hecho de tener a alguien con quien hablar puede reducir los sentimientos de estrés que puedas estar experimentando.

¿Cómo puedo comunicarme con un amigo sobre mi salud mental?

Identifica con quién quieres hablar: ¿Con quién te sientes más cómodo hablando entre tu círculo de amigos o sistema de apoyo? Piensa en quién es confiable y respetuoso con tus pensamientos, sentimientos y tiempo.
Planifica lo que quieres compartir: Piensa en cómo explicarás lo que estás experimentando. Proporciona 1 o 2 ejemplos de lo que estás sintiendo, esto puede ayudarlo a entender a lo que te refieres. Anota 1 o 2 formas en las que podría ayudarte a superar este desafío de salud mental. Tomar notas mientras te preparas puede ser útil para asegurarte de que no olvides lo que querías compartir con él, incluso si las emociones están a flor de piel.
Determina el nivel de privacidad: Si quieres que algo se mantenga confidencial, déjalo muy claro. Sin embargo, es importante confiar en el criterio de tu amigo cuando se trata de tu seguridad y si/cuándo puede ser mejor para él buscar un adulto para obtener más ayuda.
Elige un momento y lugar: Encuentra un lugar y un momento en el que puedas hablar, lejos de distracciones. A veces ayuda salir a caminar o ir al parque. Dejen sus teléfonos en silencio.
Explícalo lo más claro que puedas: ¡Aquí es donde tus notas pueden resultar útiles! Haz lo mejor que puedas para ser claro y específico sobre lo que estás experimentando y cómo te sientes. Dale espacio a tu amigo para que haga preguntas. Si en algún momento comienzas a sentirte abrumado o ansioso, pide que se haga una pausa en la conversación por un minuto o dos, respira profundamente y ordena tus pensamientos, luego continúa. Ten confianza en lo que estás diciendo: estás haciendo lo correcto y es importante ser claro y no alejarte de la conversación. Aférrate a la idea de que tu amigo está de tu lado y quiere apoyar tu salud y felicidad. Mira ejemplos de cómo hacerlo aquí.

Ayuda en la Escuela

La mayoría de las escuelas están equipadas para ofrecer orientación y recursos sobre la salud mental. Pide programar una cita comunicándote con los servicios de salud mental de tu escuela o a través de un maestro o miembro del personal de la escuela de confianza.