How does Methamphetamine affect your health?
Methamphetamine is easy to get addicted to and hard to recover from. Methamphetamine is often used in combination with other substances that can be smoked, injected, snorted, or taken by mouth in pill form.
Someone using methamphetamine may experience a temporary sense of heightened euphoria, alertness, and energy.
Methamphetamine stimulates the body to dangerous, and sometimes lethal, levels—increasing heart rate, blood pressure, body temperature, and breathing rate.
People who habitually use methamphetamine also often experience anxiety, confusion, insomnia, paranoia, teeth grinding, aggression, visual and auditory hallucinations, mood disturbances, and delusions.
SHORT TERM
Even in small doses, methamphetamine can increase wakefulness and physical activity and decrease appetite. Methamphetamine can also cause a variety of potentially fatal cardiovascular problems, including rapid heart rate,
irregular heartbeat, and increased blood pressure. Hyperthermia (elevated body temperature) and convulsions may occur with methamphetamine overdose, and if not treated immediately, can result in death.
Along with euphoria ("high"), methamphetamine use releases very high levels of the neurotransmitter dopamine in the reward circuit, which "teaches" the brain to repeat the pleasurable activity of taking the drug.
The elevated release of dopamine produced by methamphetamine is also thought to contribute to the drug's harmful effects on nerve terminals in the brain.
LONG TERM
Research has found that methamphetamine changes the part of the brain involved in decision-making and impairs the ability to stop behaviors that are harmful.
These changes in brain could explain why methamphetamine addiction is so hard to treat and has an increased chance for relapse early in treatment.
As is the case with many drugs, people can get used to methamphetamine's pleasurable effects when it is taken repeatedly. To get the desired effect, they may need higher doses of the drug, take it more frequently,
or need to change how they take it (e.g. from snorting to injecting). People who use methamphetamine frequently and habitually may develop difficulty feeling any pleasure other than that which the drug provides them,
fueling further abuse. Withdrawal from methamphetamine occurs when a someone who uses methamphetamine habitually stops taking the drug.
Symptoms of withdrawal include depression, anxiety, fatigue, and an intense craving for the drug.
People who use methamphetamine habitually may exhibit symptoms that can include significant anxiety, confusion, insomnia, mood disturbances, and violent behavior.
They also may display several psychotic features, including paranoia, visual and auditory hallucinations, and delusions (for example, the sensation of insects creeping under the skin).
Psychotic symptoms can sometimes last for months or years after a person has quit abusing methamphetamine, particularly when exposed to stress.
Efectos de la metanfetamina en la salud
Es fácil hacerse adicto a la metanfetamina (cristal) y es difícil recuperarse. El cristal suele consumirse en combinación con otras sustancias que pueden fumarse, inyectarse, aspirarse o tomarse por boca en forma de píldora.
Las personas que consumen cristal pueden experimentar una sensación temporal de mayor euforia, lucidez y energía.
El cristal estimula el cuerpo a niveles peligrosos, y a veces letales, dado que aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura corporal y la frecuencia respiratoria.
Las personas que tienen el hábito de consumir cristal también suelen experimentar ansiedad, confusión, insomnio, paranoia, bruxismo, agresividad, alucinaciones visuales y auditivas, alteraciones del humor y delirios.
A CORTO PLAZO
Incluso en dosis pequeñas, la metanfetamina puede aumentar el estado de vigilia y la actividad física y disminuir el apetito.
La metanfetamina también puede causar una variedad de problemas cardiovasculares potencialmente mortales, como frecuencia cardíaca acelerada, latidos cardíacos irregulares y aumento de la presión arterial.
La sobredosis de metanfetamina puede provocar hipertermia (temperatura corporal elevada) y convulsiones y, si no se trata de inmediato, puede causar la muerte.
Junto con la euforia ("exaltación"), el consumo de metanfetamina libera niveles muy altos del neurotransmisor dopamina en el circuito de recompensa, que le "enseña" al cerebro a repetir la actividad placentera de consumir la droga.
También se cree que la mayor liberación de dopamina producida por la metanfetamina contribuye a los efectos nocivos de la droga en las terminaciones nerviosas del cerebro.
A LARGO PLAZO
Las investigaciones han demostrado que la metanfetamina cambia la parte del cerebro involucrada en la toma de decisiones y afecta la capacidad de poner un freno a las conductas que son nocivas.
Estos cambios en el cerebro podrían explicar por qué la adicción a la metanfetamina es tan difícil de tratar y tiene una mayor probabilidad de recaída al inicio del tratamiento.
Al igual que con muchas drogas, las personas pueden acostumbrarse a los efectos placenteros de la metanfetamina al consumirla reiteradamente.
Para lograr el efecto deseado, quizás necesiten dosis más altas de la droga, consumirla con mayor frecuencia o cambiar la forma en que la consumen (por ejemplo, empezar a inyectarla en lugar de aspirarla).
Las personas que consumen cristal con frecuencia y habitualmente pueden desarrollar dificultades para sentir algún placer distinto del proporcionado por la droga, lo que promueve un abuso mayor.
Cuando alguien que toma cristal habitualmente deja de consumir la droga, se produce una abstinencia. Los síntomas de abstinencia incluyen depresión, ansiedad, agotamiento y unas intensas ansias de consumir la droga.
Las personas que consumen metanfetamina habitualmente pueden tener síntomas como ansiedad significativa, confusión, insomnio, alteraciones del humor y conducta violenta.
También pueden tener varias características psicóticas, como paranoia, alucinaciones visuales y auditivas y delirios (por ejemplo, la sensación de insectos que trepan debajo de la piel).
Los síntomas psicóticos a veces pueden durar meses o años después de que una persona dejó de consumir metanfetamina, particularmente cuando está expuesta al estrés.